Charles Darwin nació en Shrewsbury, en el seno de una familia inglesa religiosa. Creció en un hogar creyente y, por imposición paterna, estudió teología en la universidad de Cambridge. Fue en la misma universidad, donde empezó a nacer un mayor interés y pasión hacia las ciencias naturales: se informaba, leía a los investigadores de la época, realizaba cursos, asistía a conferencias…
Al finalizar sus estudios teológicos, recibió una carta de un antiguo amigo suyo, el profesor de botánica John Stevens Henslow, en la que se le ofrecía una plaza de naturalista a bordo del Beagle, con Robert Fitzroy como capitán. Aceptó de buen grado, se le presentaba una ocasión irrefutable para conocer distintas partes del mundo y seguir ampliando sus conocimientos sobre el medio natural.
Su aventura científica duró casi cinco años y perpetuó sus vivencias del viaje en su novela Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo. Durante su viaje, cada paisaje y cada ser vivo que observaba le hacían plantearse las verdades aceptadas como válidas, haciéndole cavilar sobre una teoría evolutiva de las especies. Fue en este barco también, dónde leyó la obra del geólogo Charles Lyell, que según Darwin, cambió por completo su visión del mundo y fue su máxima inspiración en la creación de El origen de las especies.
FuenteSu aventura científica duró casi cinco años y perpetuó sus vivencias del viaje en su novela Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo. Durante su viaje, cada paisaje y cada ser vivo que observaba le hacían plantearse las verdades aceptadas como válidas, haciéndole cavilar sobre una teoría evolutiva de las especies. Fue en este barco también, dónde leyó la obra del geólogo Charles Lyell, que según Darwin, cambió por completo su visión del mundo y fue su máxima inspiración en la creación de El origen de las especies.
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